Los eventos que ocurren en nuetra existencia individual como ahora está organizada, los eventos que realmente nos preocupan y requieren nuestra participación no merecen más que nuestra indiferencia como espectadores aburridos y distantes.
En contraste, las situaciones presentadas en trabajos artísticos son muchas veces situaciones atractivas que merecerían nuestra participación activa.
Esta es una paradoja que debe ser revertida y puesta de vuelta en sus pies.
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